¿ Por qué el Tantra es actualidad ?
¿Cuales son los orígenes del Tantra?
El Tantra se originó en la India, hace alrededor de 8 mil años. Es difícil saber el tiempo exacto, ya que no hay registros de estos comienzos del tantrismo, aunque los primeros registros datan de hace 6 mil años.
El Tantra en sus comienzos estaba relacionado al shivaísmo, anterior al hinduismo y también al budismo, que llegaron después. Pero como estas tradiciones tan antiguas están todas relacionadas, el Tantra y muchos de sus principios están incorporados en ellas.
La palabra Tantra tiene relación con los «tantras», antiguos textos relacionados al tantrismo, algunos muy sagrados e impregnados de gran sabiduría y de una conciencia muy elevada, y otros de naturaleza poética y a veces banales y no particularmente trascendentales. La palabra Tantra en sí se refiere al telar, y más particularmente, al tejido creado en el telar, que representa el «tejido» o entramado del masculino y el femenino, que componen los dos principios del Universo.
En el Tantra, a través de las prácticas y de esta visión dual del Universo, se busca participar de esta danza cósmica, y así expandir la energía y la conciencia y abrirse a la experiencia del amor universal. Esta es la danza de Shiva (principio masculino) y de Shakti (principio femenino), «el eterno romance del masculino y el femenino». Una parte importante de esta rendición en el amor son los niveles de cura que se producen a través del Tantra, a medida que se profundiza en este camino. El potencial de cura que ofrece el Tantra es sorprendente e inimaginable. El amor, sobre todo el amor universal, es la gran fuerza curadora, el poder curador más grande que existe, y siendo el Tantra un camino de zambullirse y fundirse en el amor, ambos «tántricas» (practicantes del Tantra) son inmensamente beneficiados y bendecidos a este nivel. En lo más profundo, el Tantra es un camino espiritual, pero un camino espiritual que se vive a dos, diferente de todos los caminos espirituales que conocemos, que son vividos en solitario.
Pero siendo el tantra mucho más amplio ¿por qué motivo, en occidente, se lo asocia directamente con el sexo?
Si una práctica tántrica se ha de vivir a todos los niveles, pasa por el sexo. Este tejido del masculino y el femenino del que hablamos, esta danza de Shiva y de Shakti, si hemos de traerla a la vida humana y a la experiencia en el día a día, incluye también el plano físico y sexual. Aún así, hay tradiciones tántricas que no incluyen el aspecto sexual, son tradiciones donde la práctica del Tantra es a través de meditaciones y ejercicios consigo mismo. Se conoce como Tantra de la vía derecha, mientras que el Tantra de la vía izquierda es aquella tradición que incluye la experiencia a dos y, entre otras prácticas que lo diferencian del anterior, el «maithuna» (sexo ritualístico sagrado). Una tradición tántrica completa suele incorporar el «tantra blanco» (prácticas consigo mismo) y el «tantra rojo» (prácticas a dos). Ambas son necesarias y complementarias para la maestría tántrica. También existe el «tantra rosa», cuando una práctica está particularmente enfocada en el amor y la espiritualidad.
El Tantra en la actualidad…
De todas maneras estamos viendo que hay mucho interés por el Tantra en la actualidad.
Si. Por un lado, es porque el sexo es algo muy poco resuelto y ha sido extremadamente reprimido en el mundo. Es sólo a partir de la revolución sexual de los 60 y los 70 que esta energía, tan poderosa y a la vez tan densa, ha comenzado a liberarse y hemos comenzado a ir más allá de los tabúes que siempre han existido con relación a la sexualidad. Por otro lado, a pesar de ser tan ancestral, el Tantra ofrece muchas respuestas en la relación de pareja. Las dinámicas de relación del pasado ya no funcionan en la actualidad, son obsoletas, pero aún no hemos encontrado dinámicas que funcionen en nuestras relaciones para mantenerlas vivas, vibrantes y despiertas. Hemos salido de la dinámica de la dependencia de las relaciones de nuestros padres y abuelos, y entrado en un nuevo paradigma: la dinámica de la independencia. Esto ha supuesto un inmenso paso evolutivo pero a la vez algo se ha perdido, y eso es la polaridad sexual. El próximo paradigma es recuperar esa polaridad, pero de una manera nueva, no condicionada ni programada como lo ha estado en el pasado, sino descubriendo la verdadera esencia sexual masculina y femenina y aprendiendo a incorporarla y a ofrecerla en la relación. Allí es donde el Tantra es vital y ofrece muchas respuestas, ya que toda la visión y la práctica del Tantra se basan en la interacción Shiva-Shakti, el principio masculino y el femenino.
¿Y a dónde nos lleva esa interacción?
Bueno, es desde el encuentro y la fusión de estas dos polaridades que se crea la luz y se genera la energía que ilumina nuestras vidas y nos eleva a la experiencia del amor y todas las bendiciones que desde allí se generan. Hoy en día, desde el actual paradigma de la independencia, añoramos esa dimensión más vital y luminosa que se genera desde una incorporación y un ofrecimiento más pleno del masculino y el femenino, ese «Eterno romance del masculino y el femenino».